Fiestas y Tradiciones

Si algún peregrino llegase a Fuenmayor por el Camino Viejo de Logroño en la noche del 7 de diciembre vería asombrado desde lo alto de la Cuesta del Viso la fantasmagórica imagen de un pueblo en llamas.

Pero en vez de pasar de largo como hicieron los franceses en la guerra de la independencia según nos cuenta la leyenda, lo mejor que puede hacer es acercarse a cualquiera de los numerosos “marchos” que adornan el pueblo en esa noche mágica y compartir con los fuenmayorenses las patatas asadas, el choricillo, la panceta y la alegría de una fiesta que se pierde en las brumas de la historia.

Y es que en la víspera de la Fiesta de la Inmaculada se celebra cada año en Fuenmayor una fiesta especialmente singular y muy esperada por todos los fuenmayorenses. Esta fiesta se celebra en la calle y se invita a amigos y familiares a compartir con ellos esta bonita y ancestral tradición.

Ese día a las siete de la tarde, el repique de campanas marca la hora de encender las más de cien hogueras que sobre todo los niños han ido preparando desde semanas, antiguamente recogiendo la broza (las plantas ya secas y arrancadas de las huertas de caparrones, tomates, etc.) y más modernamente cartón, madera y todo lo que se pueda quemar para llenar las calles de color y de calor.

La corporación municipal, acompañada por las autoridades de la localidad y de todos los vecinos que quieren participar de la fiesta, al son de los dulzaineros, realizan el recorrido tradicional por las calles del pueblo, bajando por el casco antiguo y visitando los marchos que adornan las puertas y engalanan las calles hasta regresar al actual Ayuntamiento en que se reparte patatas asadas, choricillo y vino de Rioja.

 

En el siglo XXI se va imponiendo el cartón y la madera a la broza cada vez más escasa pero esta fiesta sigue celebrándose puntualmente cada año y sirve para celebrar cenas en bodegas y merenderos y también para celebrar en familia la primera cena de las próximas navidades, una cena en la que no faltará el turrón y el cava, pero tampoco el cardo y la berza, tradicionales platos navideños de la mesa riojana.

En los últimos años es necesario inscribir “el marcho” en las oficinas municipales y cumplir una serie de normas de seguridad para evitar accidentes.

Esta fiesta se anima en estos últimos años con tracas y fuegos artificiales que se van encendiendo al paso de recorrido en puntos estratégicos como la Casa de Cultura (el antiguo Ayuntamiento) o el puente de las carnicerías (en dónde estaba el matadero) y, sobre todo, al finalizar la degustación de patatas en la plaza del Ayuntamiento cerrando así los actos oficiales del día.

Por supuesto la fiesta sigue con cenas en familia o con amigos en bodegas, merenderos, bares o restaurantes celebrando una bonita y simpática fiesta en la que se puede sentir el carácter abierto y alegre de la gente de Fuenmayor.

Una buena excusa para probar el vino de esta localidad, conocer sus bodegas y disfrutar de la hospitalidad de la gente de Fuenmayor, es acercarse a Fuenmayor el 24 de junio en sus fiestas patronales dedicadas a San Juan.

El acto más típico son las vueltas al pueblo, recorriendo el casco antiguo acompañados de la charanga.

Costumbre tradicional de estos días es “el zurracapote” (bebida hecha de vino, frutas, limón azúcar y canela), la típica bebida que el Ayuntamiento ofrece gratuitamente a todos los que quieran acercarse a la caseta en la que se reparte en la plaza Azpilicueta.

Las Fiestas de La Cruz se celebran en torno al 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, y tienen su origen religioso en la adoración de la reliquia de la Cruz donada por una rica fuenmayorense en el Siglo XVIII

Tres siglos después, esta fiesta se traduce en unos intensos días en los que no faltan, los encierros de toros, los conciertos de rock, las vueltas al pueblo con música, las degustaciones gastronómicas y todo tipo de actos para todos los gustos.

El primer día antes del lanzamiento del cohete, el Ayuntamiento reparte gratuitamente el pañuelo de fiestas decorado con el motivo del cartel anunciador.

Las fiestas finalizan con la tradicional romería campestre que se celebra en “La Boca del Río” una zona recreativa en la que se come, se baila y se acaba la fiesta de la mejor forma posible.

 

La Feria de Artesanía y Vino se viene celebrando desde 1991 y es la más antigua de La Rioja.

Esta fiesta se celebra cada año el domingo más próximo al 25 de julio, día de Santiago.

En el stand institucional del Ayuntamiento se recoge la copa grabada con el escudo de Fuenmayor con la que degustar los mejores caldos de la tierra, que te esperan en los stands de las bodegas locales participantes en este acontecimiento.
Esta feria registra año tras año un mayor número de visitantes.
Junto a los puestos de artesanía que muestran sus productos y habilidades en la plaza Azpilicueta, los establecimientos hosteleros ofrecen sus mejores recetas de pinchos.
La feria se completa con una variada oferta de actividades como actuaciones musicales, degustaciones, catas de vinos, visitas a bodegas...

 

Los Carnavales son  una de las fiestas más peculiares de nuestro pueblo desde la restauración de este festejo de origen antiquísimo, que festeja el principio de la Cuaresma,
El programa de actos incluye cada año una fiesta infantil por la mañana, en el Teatro Gran Coliseo y el Gran el desfile de disfraces de la tarde en el Polideportivo Municipal con grandes premios para los mejores disfraces.
Los actos terminan pero la fiesta continua cada año  hasta que el cuerpo aguante en esa noche mágica del Carnaval.

La procesión del día del Carmen es una tradición muy arraigada en Fuenmayor. Es tradición que las mujeres saquen en procesión a las ocho de la mañana a la Virgen y la lleven en procesión hasta su pequeña ermita situada a las afueras del pueblo en uno de los pocos días en que se abre al culto. 

Aunque en estos últimos años esta tradición está cambiando un poco y ya son también muchos los hombres que participan de esta fiesta, especialmente desde que la fiesta religiosa se completa con una serie de celebraciones festivas que hacen del día una pequeña romería en el parque habilitado en los alrededores de la ermita y que ocupa tanto la entrada del templo como el terreno de la antigua huerta que cultivaba la santera que limpiaba el recinto.

Así, al terminar la misa, se reparte a todos los asistentes un pequeño obsequio de la parroquia y vino dulce con rosquillas para alegrar la mañana e ir pasando el día hasta que al mediodía, todos los que quieran apuntarse a la fiesta podrán participar en la comida y en la posterior sobremesa amenizada con música y canciones y que se alargará durante toda la tarde.

La ermita del Carmen, situada a un par de kilómetros del pueblo en la carretera de la Estación es muy venerada por los fuenmayorenses. En su interior, además de la hornacina con la imagen de la Virgen se pueden ver dos figuras en piedra que representan a los padres de la Virgen, san Joaquín y santa Ana, que parece ser fueron realizadas por un artista del pueblo de nombre Trifón.

Pero además de su valor artístico y religioso, la ermita es un frecuentado lugar de paseo rodeada de un pequeño parque con bancos y setos que ha hecho de la antigua huerta de la ermita una agradable zona recreativa.

Los agricultores de Fuenmayor honran cada año a su patrón, san Isidro, cumpliendo así la tradición de bendecir los campos desde la ermita del Cristo, situada, como se decía antiguamente "extramuros de la villa". Hasta allí bajan en procesión la imagen del santo que se guarda durante el resto del año en el altar mayor de esta ermita en la que se celebra la misa, tras la cual se bendicen los campos para augurar una buena cosecha.
Posteriormente los agricultores celebran su día con las tradicionales comidas. El Ayuntamiento colabora en la fiesta con alguna actuación musical que complete este día que suele ser festivo también para los escolares.

Cada cinco de enero llega a nuestro pueblo la espectacular Cabalgata de Reyes con su cargamento de regalos e ilusiones. Este precioso acto es posible cada año  gracias a la callada labor de un buen grupo de voluntarios aglutinados alrededor de la APA del colegio. Sus Majestades son recibidos es unas espectaculares carrozas que realizan un recorrido por las calles del pueblo que les lleva hasta la Casa de Cultura, desde cuyo balcón saludan a todos los niños. Tras descansar un poco de su ajetreado viaje continúan el desfile hasta el polideportivo en donde, desde el espectacular escenario preparado para ellos repartirán sus regalos a todos los niños.