Ayuntamiento de Fuenmayor

Aunque la fama de Fuenmayor se deba al vino y a sus numerosas bodegas, nuestro origen está en los caños de esta monumental fuente construida en el siglo XVI y que siempre ha sido lugar de encuentro para sus gentes.

El agua es vida. En torno a ella han nacido poblaciones como Fuenmayor, que debe su nombre a esta Fuente Mayor, ya que las primeras menciones que aparecen en la historia a principios del siglo XI citan la “turren venalem de Fonte Maiorem” en referencia a una torre o casa fuerte de vigilancia de los riegos que daban vida a las cosechas y que estaría aquí cerca, pasado el río, entre las calles Castillo y Hornos del Castillo.

La leyenda sobre la fundación de Fuenmayor dice que, tras la no menos legendaria Batalla de Clavijo, tres capitanes navarros eligieron estas tierras por situarse en la confluencia de dos ríos y contar con el abundante caudal de la fuente para asentarse en ellas. 

También es conocida como Fuente de San Juan, como homenaje a su patrón, que tuvo aquí detrás una ermita derruida en el siglo XIX, y cuya imagen suponemos que presidiría la columna que da prestancia a este monumento,

Su tercer nombre es el de Fuente de los siete caños por tener seis caños metálicos con forma de león y un sobradero en su extremo derecho, del que sólo mana agua en épocas muy caudalosas.

Del abundante caudal de la fuente se alimentaba la acequia que regaba la zona de las Huertas situada en el camino que parte de detrás y llenaba el lavadero que estaba protegido por un edificio que se demolió a finales del siglo XX para reacondicionar la pila de agua y convertirla en lo que hoy se conoce como “estanque de los peces” ya que entra las calas que la decoran puedes ver peces y cangrejos que animan los juegos de los niños.

La Fuente ha sido siempre lugar de encuentro para beber, conversar y llenar los cántaros de agua para llevar a casa, pues incluso mucho después de la traída del agua potable, muchos vecinos seguían prefiriendo beber sus aguas (no cocinar con ella, ya que se consideraba que el agua de la otra gran fuente del pueblo, la del Cristo, era más dura y adecuada para guisar.

Encima de la fuente, en el entronque de la Plaza con las Calles Petra Fernández y Palacio, espléndidas casas solariegas flanquean la monumentalidad de la fuente y nos hablan de pasados gloriosos y de la riqueza que el agua y el vino siempre han proporcionado a Fuenmayor.

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