Ayuntamiento de Fuenmayor

Esta espléndida fachada en cuyo interior encontramos hoy la Casa de Cultura en la que entre otros servicios, contamos con la Biblioteca y la emisora municipal, ha sido durante siglos nuestro Ayuntamiento.

Presidiendo la plaza que era el centro neurálgico del pueblo hasta que la vida social y económica subió por la cuesta de la calle mayor alta hasta el Paseo y la Plaza Félix Azpilicueta, esta casa solariega construida como la mayoría de las muchas que encontramos diseminadas por Fuenmayor, con la planta baja en piedra de sillería y las superiores en ladrillo o adobe ostenta el espléndido escudo de la familia Torrealba Salazar, una de las más linajudas de nuestra historia y que aún conserva su libro de hidalguía en el que se escriben los sucesivos descendientes de este linaje.

Alguno de ellos, del apellido, construyeron la casa contigua que decoraron con su escudo que se puede ver que corresponde a la parte diestra del de nuestra Casa de Cultura.

La espléndida forja del balcón central es un añadido posterior que se hizo para su uso como “Casa de la Villa” y en el que se apiñaban los músicos de la orquesta para amenizar las verbenas de San Juan cuando el suelo de la plaza todavía era de tierra.

En la planta baja existía también un calabozo, conocido popularmente como “la cárcel” en el que se recluía a los delincuentes y servía para encerrar a los mozos que durante el año habían cometido alguna trastada en la noche de San Juan para que solo pudieran ver la verbena a través del ventanuco que todavía se adivina hoy cegado a la derecha de la planta baja.

Sobre el arco de entrada podemos ver un monumental Víctor, emblema propio de los que obtenían el título de Doctor en la Universidad de Salamanca, de clara reminiscencia romana y que luego fue también reutilizado por la simbología franquista.

En este caso puede leerse el nombre de Blas de Loyola, secretario de Estado, personaje que hizo carrera en Madrid y que pertenecía a la importante familia Asensio de Loyola, que en el siglo XVIII fueron en Fuenmayor alcaldes, párrocos e incluso responsables del santo oficio y fundaron diferentes capellanías y obras pías para decir misas por las ánimas del purgatorio, y para dotar a doncellas pobres y virtuosas para que pudieran casarse  y que financiaron el retablo de la Vera Cruz, situado en el lado de la epístola (a la derecha del altar mayor de nuestra iglesia).

Volviendo al pasado más reciente, cuando el Ayuntamiento se mudó a su actual ubicación (el antiguo colegio situado al lado de la iglesia), este edificio fue totalmente vaciado y rehabilitado convirtiéndose desde 1993 en el centro cultural de Fuenmayor dando así un nuevo valor a la que la que siempre fue la plaza principal del pueblo.

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